29 de diciembre. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos exigirán a los viajeros procedentes de China que presenten un resultado negativo en las pruebas de COVID-19 o una prueba de recuperación reciente del virus a partir del 5 de enero de 2023, tres días antes de que los viajeros chinos puedan volver a viajar al extranjero sin restricciones por pandemia impuestas por su propio gobierno.
Los viajeros afectados por esta decisión son los que tengan un mínimo de dos años de edad y procedan de China y de las Regiones Administrativas Especiales de Hong Kong y Macao. Las pruebas deben realizarse en los dos días siguientes a la salida, mientras que la prueba de recuperación debe realizarse en los 90 días siguientes al viaje.
La norma se produce, según explica el Departamento de Estado de EE.UU., «debido al aumento de casos de COVID-19 en la RPC y al riesgo de aparición de una nueva variante vírica, dada la falta de datos epidemiológicos y de secuencias genómicas víricas adecuados y transparentes que se comunican desde la RPC».
El Departamento de Estado considera a China un riesgo de nivel 3, e insta a los viajeros de EE.UU. a reconsiderar sus viajes debido a las difíciles políticas de cero COVID que están actualmente en vigor tanto para los viajeros como para los residentes.
Fuente: Travel Pulse
