03 de noviembre. Es una oferta lo suficientemente buena como para que cualquier aficionado al fútbol se detenga y escuche. Vuelos gratuitos a la Copa del Mundo. Entradas gratuitas para los partidos. Alojamiento gratuito durante el torneo e incluso un poco de dinero para gastos.
Pero la oferta viene con una trampa.
Los hinchas elegidos a dedo que acepten este viaje de su vida -financiado por Qatar, el país anfitrión de la Copa del Mundo de este año- tendrán que cumplir unos contratos que les obligarán a cantar lo que se les diga, a vigilar lo que digan y, lo más polémico, a denunciar las publicaciones en las redes sociales de otros hinchas que critiquen a Qatar.
Sin embargo, a pesar de estas normas, cientos de aficionados se han inscrito.
Las invitaciones se enviaron a finales de septiembre y se dirigieron a algunos de los líderes de los hinchas más conocidos y con más contactos que apoyan a las 32 selecciones que acudirán a la Copa Mundial. Un aficionado holandés declaró a la emisora NOS que había accedido a investigar a otros aficionados de los Países Bajos. Un miembro de la junta directiva de American Outlaws, el mayor grupo de aficionados de Estados Unidos, aceptó participar, y luego ayudó a inscribir a sus compañeros y a otras personas.
El jueves, el miembro de Outlaws, que aceptó un viaje anterior a Qatar que formaba parte del programa, dijo que había decidido hace semanas no aceptar viajes ni alojamiento gratuitos de Qatar en la Copa Mundial.
Los aficionados de todas las confederaciones de la FIFA, por su parte, han aceptado la oferta; decenas de ellos ya han viajado a Qatar al menos una vez para realizar lujosas visitas previas a la Copa Mundial. También éstas fueron pagadas por los organizadores del torneo.
Fuente: New York Times