19 de octubre. Las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe para el resto del año, y para 2023, parecen sombrías, pero hay un posible punto positivo gracias a la inusual fortaleza del dólar estadounidense: el turismo.
Esa fue una de mis principales conclusiones tras hablar con Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, a principios de esta semana.
El FMI prevé que las economías de América Latina y el Caribe crezcan sólo un 1,7% en 2023. Eso es aproximadamente la mitad del crecimiento estimado para la región para este año, y menos que la expansión económica prevista para China, India, el África subsahariana y otras partes del mundo en desarrollo.
Pero cuando le pregunté qué países latinoamericanos y caribeños lo harán mejor, dijo que «los que más crecerán son los países centroamericanos y caribeños que dependen del turismo».
Efectivamente, la fortaleza del dólar está ayudando a los destinos turísticos y podría ser una bendición para toda la región. Si bien un dólar fuerte hace más caro para los latinoamericanos viajar al extranjero, importar bienes y pagar deudas externas, les da una rara oportunidad de atraer más turistas estadounidenses y europeos con precios de ganga.
Fuente: Miami Herald