30 de octubre. Algunos países, entre ellos Estados Unidos, aún no se han recuperado totalmente del turismo tras la pandemia, y una de las razones son las largas esperas para obtener visados de visitante. Varios ejecutivos de viajes han argumentado que esas largas esperas han perjudicado la capacidad de atraer visitantes.
Los retrasos en la tramitación de visados pueden afectar significativamente al turismo de varias maneras.
En primer lugar, pueden disuadir a los turistas potenciales de elegir un destino. Por ejemplo, los viajeros de muchos países de América Latina y el Caribe están eligiendo destinos latinoamericanos más accesibles, como Cancún, en lugar de los populares de Estados Unidos.
En segundo lugar, estos retrasos pueden suponer una pérdida en el gasto turístico. Se calcula que los retrasos en los visados costarán a EE.UU. 12.000 millones de dólares en pérdida de gasto en 2023.
En tercer lugar, estos retrasos también pueden reducir el número de nuevos viajeros que un país puede atraer.
Por último, los tiempos de espera de los visados pueden aumentar la competencia entre destinos. Estados Unidos, por ejemplo, se enfrenta a la feroz competencia de destinos como Arabia Saudí, que han mejorado sus infraestructuras turísticas y están aplicando políticas más acogedoras.
Estos retos ponen de relieve la importancia de contar con sistemas eficientes de tramitación de visados para los países que desean atraer turistas extranjeros.
Fuente: Skift
